Una tecnología 100 veces más adelantada que la nariz de cualquier perro rastreador.
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La nariz de un perro es un órgano de alto rendimiento: potente, lejano, superolfativo. Permite a nuestros compañeros de cuatro patas oler a tres metros de profundidad en el suelo y a ocho metros bajo un manto de nieve. Inspirados por este punto de referencia e impulsados por el objetivo de crear innovaciones en los límites de lo posible, estamos trabajando con la start-up Smart Nanotubes Technologies en un sentido del olfato digital, incluso listo para el mercado.
Este es el plan.
Una colaboración que tiene grandes cosas guardadas en la recámara; está tan cerca que podemos olerla. Con la nariz electrónica, en un futuro próximo dotaremos a las máquinas y dispositivos de sentido del olfato. Nuestro desarrollo es el equivalente electrónico del eficaz sistema sensorial de la nariz humana. La tecnología utilizada se basa en un diminuto chip que se apoya en nanomateriales aún más pequeños.
Este chip detector de gases multicanal detecta los gases con una resolución de nivel ppb y es 100 veces más sensible que cualquier tecnología disponible actualmente. Es muy sensible y analiza una amplia gama de olores y compuestos orgánicos volátiles. A continuación, se utilizan herramientas de software de aprendizaje automático para comparar estos patrones de olor y distinguir entre diferentes gases y olores. Para ello, llenamos una base de datos con referencias. Lo hacemos internamente recogiendo información de nuestros contactos actuales sobre sus áreas de aplicación. Además, queremos invitar a la comunidad de desarrolladores a que nos ayude a identificar aplicaciones interesantes.
El olfato adecuado para las oportunidades innovadoras.
Se espera que la nariz electrónica pueda utilizarse en el procesamiento de alimentos, el diagnóstico médico o la tecnología de seguridad. En medicina, la nariz digital puede detectar enfermedades graves en una fase temprana sobre la base del aire de respiración. En el aire exhalado hay unos 200 compuestos orgánicos, cuya composición es tan individual como una huella dactilar.
Con la creciente miniaturización, este nuevo tipo de análisis del aliento se utilizará también en los smartphones. De este modo, pronto será posible desbloquear el dispositivo mediante la respiración y consultar su estado de salud. La nariz electrónica también tiene un impacto idéntico en la industria. Está hecho para la detección de fugas. Si se producen escapes de gases tóxicos o explosivos en las plantas industriales, la nariz electrónica puede detectarlos e identificarlos en un instante.
Con la nariz electrónica, estamos redefiniendo el olfato: un sentido del olfato que ya hoy en día está muy por delante de la nariz.
